Biorremediación con plantas acuáticas
Hoy os
hablaré de la biorremediación. Esta palabra que suena a anuncio de
productos milagrosos para adelgazar es en realidad una serie de
métodos que utilizan a seres vivos como medio para eliminar
contaminantes del medio ambiente. Estos seres vivos pueden ser
bacterias u hongos, pero también plantas y, como os explicaré a
continuación, también algas.
Existen dos
grandes tipos de mecanismos de biorremediación. El primero
consistiría en que el ser vivo en cuestión fuera capaz de atacar la
sustancia contaminante y convertirla en otra sustancia diferente y no
peligrosa para el medio ambiente, o al menos, menos dañina. Por
ejemplo, existen bacterias que pueden degradar el petróleo
convirtiendo los hidrocarburos en otras sustancias no peligrosas para
el medio ambiente.
El segundo
tipo de biorremediación sería aquel que no elimina la sustancia
contaminante pero que la acumula de manera que sea fácil de eliminar
del medio ambiente. Por ejemplo, los metales pesados como el cadmio,
el plomo y el mercurio pueden ser absorbidos por algunas plantas pero
no se pueden convertir en sustancias inocuas. Se acumulan en el
cuerpo de la planta y si esta es comida por un animal entonces pasa a
la cadena alimentaria, con sus consecuentes consecuencias en la
salud. Sin embargo, si se utilizan plantas que sean capaces de
acumular el metal pesado únicamente en alguno de sus órganos como
pueden ser sus tallos o en las hojas, entonces éstas pueden ser
recolectadas y llevadas a almacenes donde queden a salvo. De esta
manera como mínimo se elimina la contaminación del medio ambiente.
Las plantas que contienen los contaminantes pueden ser simplemente
secadas y almacenadas, o bien pueden ser procesadas. por ejemplo, los
metales pesados obtenidos de una cosecha pueden ser concentrados por
incineración bien para ser desechados o bien para ser reciclados
para usos industriales.
Otra
aplicación de las plantas en biorremediación es la eliminación de
elementos radiactivos contaminantes del suelo. Si se cultivan plantas
en la zona contaminada que sea capaz de captar esos elementos
radioactivos luego pueden ser recolectadas y así se va eliminando
progresivamente su presencia en el suelo. Este método se usó en los
alrededores de la central de Chernobyl. Por ejemplo, se cultivaron
plantas de té, arroz, tomate o girasol para acumular cesio 137, que
luego fueron recolectadas y almacenadas hasta el decaimiento del
elemento radioactivo.
Pero si bien
este método está relativamente bien establecido en plantas
terrestres, a penas si existen estudios en el caso de plantas
acuáticas o de algas. En casos como el accidente de la central
nuclear de Fukushima mucha de la radiación liberada va a parar al
mar, y el volumen de agua contaminada con elementos radioactivos es
enorme y, además, sigue aumentando debido a que el agua que se
inyecta para enfriar el redactor se filtra y llega al mar a través
del subsuelo cargada de elementos radiactivos. Por ello tiene
especial interés un artículo publicado recientemente por un grupo
de investigación de la Universidaad de Tsukuba en la revista Journal
of Plant Research en el que se evalúa la capacidad de 188 plantas
acuáticas o algas para la acumulación de estos elementos
radiactivos y las posibilidades de su posterior recolección del mar.
Entre los
elementos radiactivos liberados quizás los más preocupantes sean el
cesio, el estroncio y el yodo porque éstos pueden ser absorbidos por
los seres vivos e incorporados a sus cuerpos. El yodo es un elemento
que se encuentra de manera natural en los seres vivos, cosa que no
ocurre con el cesio o el estroncio. Sin embargo, cesio y estroncio
son análogos al potasio y al calcio, que si se encuentran en los
seres vivos, y pueden, por tanto, ocupar el lugar de éstos en los
seres vivos. Siguiendo la cadena alimentaria estos elementos podrían
llegar a los alimentos humanos, con el consiguiente riesgo de
producir mutaciones genéticas. El estroncio 90 es el más
preocupante de todos estos elementos radioactivos ya que tiene un
tiempo de vida relativamente largo (28 años) y al ser un análogo
del calcio puede acumularse en los huesos, pudiendo originar cáncer.
Es, por tanto, urgente, reducir cuanto antes la cantidad que se
encuentra de estos elementos disuelta en el agua de mar que rodea a
la central.
Cada una de
estas especies de plantas acuáticas y de algas fueron cultivadas en
el laboratorio en presencia de una cantidad controlada de cesio,
estroncio y yodos radioactivos en el medio de cultivo y se fue
midiendo como iba disminuyendo la cantidad de estos elementos en el
medio. Los resultados más prometedores se obtuvieron con un alga
unicelular denominada nak9, que fue capaz de eliminar más del 90 %
del cesio del agua. Los investigadores creen que esto es debido a que
sus células están rodeadas de una pared mucilaginosa capaz de
acumular el cesio. Las cualidades de esta pequeña alga hacen pensar
en que incluso podría introducirse en el agua que se inyecta en el
reactor, permitiendo disminuir el cesio directamente desde su fuente
de origen.
A pesar de
que estos resultados son esperanzadores, la aplicación práctica aun
no es posible puesto que antes hay que desarrollar un método
eficiente para recolectar estas algas del agua marina, pero es un
buen comienzo.
Quiero
aprovechar ya que las he mencionado para aclarar que las algas y las
plantas acuáticas son dos tipos diferentes de seres vivos. En ambos
casos son capaces de realizar la fotosíntesis pero la estructura de
sus cuerpos es diferente. Las plantas acuáticas son básicamente
iguales que las plantas terrestres con sus raíces , sus tallos y sus
hojas, y sus órganos florales. Obviamente sufren una serie de
adaptaciones que les permiten vivir bajo el agua pero la estructura
de sus cuerpos es básicamente la misma que la de una lechuga o una
planta de trigo. Las algas, en cambio, no tienen órganos propiamente
dichos sino que están compuesta por células indiferenciadas, es
decir, todas iguales, no tienen tejidos. De hecho, la gran mayoría
de las especies de algas son unicelulares pero aun en aquellos pocos
casos en que son multicelulares y forman como una especie de hojas,
en realidad no se parecen a las hojas más que en su forma, porque no
tienen tejidos conductivos, ni estomas.. sino que todas sus células
son idénticas. También son muy diferentes en la manera de
reproducirse. las algas no producen semillas ni polen, ni flores. Es
decir, que aunque en ambos casos realizan la fotosíntesis, una
planta y un alga están tan relacionadas entre sí como lo están las
algas y los seres humanos.
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